> echo Pues resulta que, oh sorpresa-sorpresa, not really, me gustan las navajas multiusos y siempre he tenido y llevado una desde que era un crio. Hasta hace poco he llevado navajas de la marca Aitor (Ahora ATK, creo), similares a las que se usaban en el Ejército Español, pero ahora estoy usando una Victorinox. Y estas navajas tienes un mecanismo y un acero estupendos, pero para mi gusto las cachas, de cellidor, son su punto (muy) flaco. Fáciles de arañar y de cascarse al mínimo roce no tienen nada que ver con la durabilidad de sus homólogas de Aitor que lo aguantan todo.
El caso es que tras unas pocas semanas de uso y una pequeña caída ya tenía una de las cachas de mi Super Tinker agrietada. Y mirando en Internet descubrí que no sólo podría hacer yo la reparación, si no que hay toda una scene de gente que modifica, personaliza, repara y restaura navajas suizas (SAK, Swiss Army Knives) especialmente las de Victorinox. Así que aquí vamos con mi primer intento de mejora de una SAK.
Lo primero es buscar algo de info sobre el modelo y conseguir los respuestos apropiados. Los “consumibles” se pueden encontrar en Amazon, pero los repuestos más específicos como las cachas originales son material de cuchillería. Yo pille los míos en la Cuchillería de David García en Alcorcón, Madrid (tiene tienda online). La Super Tinker es una navaja de 91mm y por tanto necesitamos cachas para este modelo (Hay otros tamaños como 84mm y 58mm). Las cachas para este tipo de navajas, más allá de la longitud, son standard por lo que buscando más info sobre el proceso averigüé que hay unas cachas “Plus” para los modelos de 91mm que son las que lleva la Victorinox Swiss Champ. Y que se usan para upgradear navajas existentes.
Las cachas “Plus” permiten meterle una o dos herramientas más a una navaja que no las llevase. Y además se pueden pedir en varios colores. La diferencia entre las chachas originales y las “Plus” es evidente, tienen una segunda muesca donde poner el boligráfo presurizado, además de un pequeño agujero para el pin (alfiler). El cambio de color se debe a que dado que tengo grabada una de las dos cachas y no quería perder eso y a que me gusta el negro, pues el resultado sería bi-color (una personalización aparentemente común, por lo que he visto). Huelga decir que se pueden cambiar ambas cachas cambiando totalmente el color de la navaja. De hecho se venden en parejas, así que la otra cacha la guardo de repuesto. Las cachas de Victorinox no se recomienda reutilizarlas puesto que van a presión y una vez extraidas tienden a quedar sueltas y caerse.
Para quitar las cachas se puede usar un destornillador plano pequeño, o como en mi caso, el propio destornillador de otra SAK de Victorinox, una Recruit que compré en UN AEROPUERTO! O_O y con la que me dejaron embarcar sin problemas, riete tú de cuando te hacen tirar el cortauñas. Simplemente hay que quitar el palillo o las pinzas y meter la pala del destornillador en ese hueco haciendo un poco de palanca, la cacha sale prácticamente sola sin hacer fuerza. Una vez quitada la navaja queda como en la foto que véis, dónde aún se notan unas gotas del aceite de fábrica.
Si quitar las cachas es fácil, ponerlas es otra historia. A veces entran haciendo presión con la mano y hasta oyes un clic, otras veces no oyes nada pero entran del todo y a veces pues con la mano llegas hasta un punto y luego hay que usar un tornillo de banco para rematar el trabajo.
Si tras apretar con la mano os quedan espacios entre la cacha y la navaja (no debe quedar ninguna separación) se puede usar un tornillo de banco para terminar de encajarlas. Para que las cachas no se dañen hay que poner un trapo entre las mordazas del tornillo (que no sean de las de muescas es recomendable) y la cacha. Además no es necesario mucha presión, sólo la justa para que se encajen, no queremos partir la cacha pasandonos apretando. Mi tornillo es pequeño, así que fuí haciendolo por partes, asegurandome de no usar demasiada fuerza. Una vez encajadas la, o las, cachas, ya podemos pasar al resto.
Como he dicho antes, las cachas “Plus” nos permiten darle más funcionalidad a la navaja en el mismo pack. Con estas cachas tenemos, además del clásico palillo, el bolígrafo presurizado (es fungible, cuando se gasta hay que comprar otro) y el pin. El pin es un alfiler de acero (ideal para resetear cosas como routers XDD ) que se encaja en un pequeño agujero detras del destornillador trasero en los modelos de Tinker. Aparentemente antes sólo tenían ese agujero los modelos Swiss Champs (o con cachas “Plus”) pero desde hace unos años parece que lo incorporan en todas las navajas con hueco para herramientas en esa zona. En la foto véis mis 3 Tinkers (Super Tinker, Tinker y Tinker small de 84mm… Sólo me falta la Deluxe!) con el pin insertado en su hueco. Lo curioso es que estas navajas no incluyen el pin de serie y debes comprarlo aparte o usar un alfiler apropiado. Con la herramienta cerrada, es imposible que el pin se salga.
Tras añadir el último extra, un cordón fiador para hacer la navaja más manejable al sacarla de la funda y evitar caídas tontas, sólo me quedaba hacer el mantenimiento, que es recomendable para cualquier navaja, y que consite en aceitarla un poco. Para ello, usando el propio aceite de Victorinox, echamos un par de gotas de aceite en cada ranura del mecanismo. Luego abrimos y cerramos las herramientas, una por una, un par de veces para que se distribuya bien y listo. Si sobra algo de aceite es mejor retirarlo con un trapo para que no acumule suciedad que deteriore el mecanismo.
Y ya está, reparación-personalización-mejora lista! Ya os anticipo que es más que posible que esta no sea la única entrada sobre el tema ahora que estoy viendo las posibilidades Espero que la entrada os sea de utilidad y si tenéis alguna dudilla, dejad un comentario 😉