> Echo Se me hace raro que cuando apareció la fiebre del USB (todo caccharro tenía una versión USB para conectar al PC) no saliera algo de esto, pero mirad, si alguien no lo inventa, hacedlo vosotros mismos. En situaciones de calor, el interior del casco acaba empapado del sudor y no siempre le da tiempo a secarse entre puestas. Además, la humedad es mala para los cascos. La huemedad hace que disminuya la protección y acaba por estropear la cohesión de las fibras, disminuyendo la vida útil del casco. Y encima un interior humedo se desgasta y es poco confortable y no se ciñe bien a nuestra cabeza, por lo que también hay una merma de seguridad ahí (y un gasto extra si cambiais las almohadillas). Así que hace tiempo que una idea rondaba por mi cabeza, nunca mejor dicho, y es que tras ver muchas carreras y ver como los pilotos profesionales secan sus cascos (e incluso guantes) en mesas con ventiladores (quedaos con ese concepto), decidí que yo también necesitaba uno, especialmente para los días de verano cuando sudas hasta por, nunca mejor dicho, ponerte el casco. Sin embargo los accesorios de moto no son especialmente baratos, sobre todo si lo comparamos con la posibilidad de hacertelos en casa por casi nada.
Tenía por casa una vieja base de refrigeración para portátiles A.C. Ryan que ya no uso demasiado, porque entre otras cosas su diseño no era muy bueno. Había empezado a retocarla e incluso le había quitado las luces a los ventiladores, gasto extra de energía y molestas por la noche, pero se había quedado aparcada por ahí. Sería un buen punto de partida. Después de todo, una base para refrigerar portátiles no es más que una mesita con un ventilador. Véis por donde voy? Encima puede alimentarse desde un puerto USB o un cargador de móvil (USB) de los actuales.
El diseño de la base no era muy bueno y tenía un par de rajas y necesitaba unos agujeros más grandes, así que quitar los topes de goma (los agujeros redondos en las fotos) cortar el plástico sobrante y arreglar las grietas iba a ser mi primer trabajo. Para ello cubrí las zonas a cortar con cinta de carrocero y usando el interior de los ventiladores de plantilla hice los agujeros más grandes, maximizando así el flujo de aire. Queremos secar el casco lo más rápido posible dentro de las limitaciones del aparato. Y de nuevo, si ponemos un portátil, también estará mejor ventilado.
Como he dicho antes, además de tener que hacer los agujeros más grandes, la base tenía un par de grietas. Para arreglarlas, lo que hice fue utilizar un soldador de estaño y con mucho cuidado pasarlo por delante y por detras de la zona fracturada, haciendo que el plástico se uniera de nuevo. Luego he puesto un poco de masilla para que las “cicatrices” se notasen menos y las he lijado. Como todo va a ir posteriormente cubierto con un vinilo gordito, no hace falta que quede perfecto, pero ojo que las marcas grandes se notan a través del vinilo. En la foto inferior, las líneas grises marcan donde estaban las grietas.
Con las grietas reparadas, ya podemos limpiar bien la base y empezar a forrarla con vinilo. Yo he elegido vinilo de carbono negro por que va más con la temática motos-racing que estaba buscando, además es un vinilo con cierta textura y grosor y esconde bien marcas y fallos y por último, su dibujo esconde muy bien cualquier irregularidad (como haría el camuflaje, por ejemplo).
La base no es perfectamente cuadrada, es un trapecio, pero no es muy complicada de forrar. Si tenéis una pieza de material lo suficientemente grande (que no era mi caso) podríais cubrirlo de una sola vez. Primero hice las zonas que se ven menos y donde es más fácil esconder las uniones, la parte de atrás y la delantera, para luego pasar al tablero principal.
La base podéis forrarla recortando primero el agujero central (se desperdicia menos material, pero es más complicado) o cubrila entera y luego cortar los huecos con un cutter. Yo opté por la primera, pero es a vuestra elección. Lo único con lo que tenéis que ser más cuidadosos es en intentar que el patrón del dibujo este más o menos bien alineado, en el caso de que lo hagáis en varias piezas. Para las esquinas podéis usar un secador. El aire caliente hace que el plástico coja mejor las formas.
Antes de darle los toques finales y montarlo todo definitivamente, cambié los pies adhesivos de origen, bastante pequeños y finos, por unos más grandes y gorditos que le dieran mejor apoyo a la base. Así se aumenta el espacio por el que entra el aire y se evitan vibraciones molestas. Además de conseguir mejor estabilidad cuando ponemos un portátil encima, claro.
Para terminar el trabajo, hice 2 cosas: Cubrir el feo centro de los ventiladores con 2 círculos de vinilo de carbono (intentad que siga el dibujo del resto) y luego añadir el 46 de Valentino Rossi para rematar el look. Me hubiera gustado poner mi dorsal… Pero no lo tengo hecho y soy fan de Rossi, asi que… 🙂 Qué os parece?