Reparar un guardabarros de moto

> echo O ya puestos, otros plásticos, pero en este caso se trataba de la aleta delantera de mi moto. Esta pieza venía ya rota cuando adquirí la moto y tenía pendiente repararla ya que estaba muy mal pegada y el pegamento saltó con apenás tocar la pieza. Hay gente que es especialista en reparar plásticos, especialmente para vehículos, que hace maravillas con piezas que parecen destinadas al cubo de la basura. Sin embargo, si tenemos una grieta o una fractura límpia (y todos los trozos) podríamos arreglar nosotros el daño, ahorrando un buen dinero.

Como fiel seguidor de Joyas sobre ruedas (Wheelers Dealers) y uno de los tarados del podcast Charlasmoteras, me vi animado a hacer yo mismo la reparación. Total, en el peor de los casos siempre podría conseguir una aleta nueva o de segunda mano, pero incluso estas últimas no salen muy baratas y los materiales para hacer la reparación apenas cuestan 30€ y valen para varias ocasiones. No os desaniméis si no tenéis un taller. La reparación no lleva muchas horas y si sois cuidados se puede realizar en la terraza, la mesa de la cocina o incluso en el salón de casa, siempre teniendo en cuenta que haya una buena ventilación.

Guardabarros roto
Pieza rota y materiales

Materiales:
– Fibra de vídrio
– Resina (para la fibra)
– Precinto
– Masilla
– Lija de grano fino
– Brocha pequeña
– Spray (si vais a pintar la pieza)

Herramientas:
– Soldador de estaño o similar
– Taladro
– Espátulas para la masilla

Una vez tengáis desmontada y limpiada la pieza a arreglar y preparada el aéra de trabajo, pensad cuidadosamente lo que vais a hacer, aún estáis a tiempo de arrepentiros. Cuando cojáis el taladro ya será tarde. Hay várias técnicas para arreglar plásticos que dependen de las habilidades que tengáis, los materiales, el propio plástico, las herramientas… Yo uso principalmente dos: El soldado y el “remachado” con fibra. Según vaya apareciendo en las fotos lo iré explicando. Manos a la obra!

La primera de las tareas es limpiar la fractura y fijar la pieza de algún modo para trabajar con ella. Cuando el plástico se rompe, tiende a deformarse y por muy limpia que sea la rotura, las piezas pueden tener dificultad en encajar. Así que antes de nada, retoqué un poco los bordes con un cutter y una lima para hacer que ambas piezas encajasen bien. Además, así creamos una superficie de agarre mejor y más límpia. Una vez satisfecho, simplemente use dos puntos de superglue para mantener la pieza fijada para el siguiente paso.

Después de preparar la pieza, lo siguiente consiste en soldar “casi por puntos” el plástico. Esto no se puede hacer con todos los plásticos, pero normalmente funcionará con la mayoría de los que veáis. Simplemente tenéis que unir las piezas y, con cuidado, ir aplicando el soldador de forma que hagáis “una costura”. No os paréis con el soldador o fundiréis demasiado el plástico. Si tenéis algún trozo similar, podéis aprovechar para rellenar un poco los huecos muy grandes. Yo lo que hice, posteriormente, fue fundir algo de las volutas sobrantes de hacer los agujeros para la resina.

Gurdabarros "cosido"
Costura con el soldador, tras perparar la pieza.

Guardabarros soldado
Costura exterior.

El soldado puede ser suficiente para reparar algunas cosas. De hecho, una vez realizado por dentro y por fuera (ojo que en la parte visible hay que ser más cuidadoso) el guardabarros ya parecía bastante resistente. Pero como es una pieza sujeta a vibraciones y pequeños golpes, no quería correr el riesgo. Además, si no queremos que las grietas, de haberlas, se prolonguen, hay que hacer agujeros, por lo que vamos a tener que aplicar la resina y la fibra de todas maneras.

Para que la resina tenga más superficie donde agarrarse y además reforzar la unión, a ambos lados de la fractura hacemos agujeros. De esta manera, tambien evitamos que cualquier rajita pudiera expandirse, por lo que algunos coinciden con picos de la rotura. La idea es hacer que sean como remaches, así que los agujeros tiene 3mm en el interior y unos 4mm en el exterior. Con esta forma de “seta”, además ganas más superficie de agarre que sólo con los agujeros pasantes, por lo que la unión es más fuerte. Simplemente, la resina no podrá salirse del agujero como si la hubieran desmoldado (que ya sería difícil que pasase).

Gurdabarros a medio reparar
Los agujeros van más o menos emparejados.

En las carreras, sobre todo de clubes, hubieran pasado un alambre por los agujeros a modo de cordón y seguirían corriendo, pero nosotros queremos que tenga un acabado mejor y tenemos más tiempo, así que vamos con el siguiente paso, la fibra y la resina.

Antes de hacer la mezcla, recordad que vuestra pieza está agujereada, necesitáis cubrir bien el exterior con precinto de embalar (por ejemplo) para que no se salga todo. Además, como luego no tendréis tiempo, cortad ahora los patrones de fibra (2 o 3 capas, según la resistencia deseada). Simplemente poned la fibra en el hueco y cortarla o haced una plantilla de papel y pasadla a la fibra. No deseches los restos aún, te pueden servir para hacer pequeños refuerzos luego.

Poneos unos guantes de goma y utilizad un vaso de plástico o la tapa de un bote de spray para hacer la mezcla. No olvidéis abrir las ventanas. Lo más difícil es dar con la proporción justa de endurecedor y producto, ya que si das mucho de lo primero, se seca demasiado rápido. Y si das poco tarda tanto que se hace eterno. Seguid las instrucciones del fabricante en ese punto. Algunos botes llevan incluso tapones medidores. Si no, usad la fórmula general de pelota de golf de producto por guisante gordo de endurecedor.

Aplicad la resina con la brocha, pero no a pinceladas, sino a “golpes” haciendo que la densa resina penetre en todas las grietas y agujeros y los remaches se llenen. Seguid aplicando la resina por toda la superficie que queráis cubrir, pero teniendo en cuenta que se seca. Podéis poner algunos hilos de fibra en los huecos de los remaches para mayor resistencia, aunque es opcional. Coged la primera capa de fibra y colocadla sobre la resina. Con la brocha, presionadla hasta que quede bien empapada y colocada en sus sitio. Haced lo mismo con la siguiente capa o capas. Añadid sólo la resina justa, si es necesario. No queréis que la pieza tarde mucho en secar y pese mucho más que antes.

Guardabarros con fibra
Fibra de vídrio aplicada

Yo he aplicado la fibra sólo en el interior. No tiene sentido, en este caso, hacerlo por fuera. Y además nos ahorramos el engorro (y peligro) de tener que lijar la fibra. Una vez seca la resina, la pieza ya estaba tan fuerte, si no más, como cuando era nueva. Evidentemente, el calor acelera el secado. Dejad la pieza cerca de una ventana abierta (si hace sol) para que seque antes. Pero no la expongáis directamente al Sol (no queréis que se agriete o deforme).

Con la pieza seca, ahora ya podéis centraros en restaurar el aspecto. En este punto podéis ir a ver a un pintor profesional, habiendo ahorrado bastante dinero, pero como el guardabarros es negro brillo y tampoco es visible en exceso, hice yo también esa parte. Probablemente el trabajo más pesado y difícil es el enmasillado y lijado. Hay que tener algo de práctica y paciencia. Más abajo, en la segunda foto, podéis ver la pieza enmasiallada y lijada. Parece lisa, no? Pues la vista engaña. Y el tacto también! En la primera foto había retirado el precinto y lijado el exceso de resina. Cuanto mejor haya quedado la resina, menos masilla habrá que dar y menos habrá que lijar.

Guardabarros lijado
Primer lijado tras secarse la resina y retirar el precinto

Gurdabarros enmasiallado
Enmasillado y lijado pre-pintura.

Dice Edd China que la base de una buena pintura es una buena preparación y no le falta razón. Pero yo añadiría también el factor tiempo. Aunque estoy muy contento con como quedó la pieza, creo que la pintura podría haber quedado mejor aún. Dado que no tenía el tiempo y el espacio adecuado, sólo pinté la parte dañada con imprimación y 4 capas de negro brillo en spray. No hay mucha diferencia de color pero, sí algo de pulido. Quizás con un poco de cera negra se pueda mejorar.

Aún así, y como véis más abajo, el guardabarros no ha quedado mal y el enmasillado no se nota demasiado (tienes que acercarte a plena luz para ver los fallos).

Guardabarros pintado
No tiene mala pinta para una reparación rápida.

Y así es como queda una vez montado de vuelta en la moto. Está claro que no merecía la pena comprar el repuesto. Esta pieza puede durar mucho tiempo y se ve lo suficientemente bien.

Guardabarros montado
Está mucho mejor que como llegó. Y más fuerte.

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