Se me ha ocurrido que quizás muchos de vosotros no sepáis a qué me referero en muchos casos cuando hablo de samurai, batallas y tal. Estaba dando por sentado que conocéis algo de la historia del Japón más allá del manganime o de las pelis de Kurosawa, y no tenéis por qué. Y como en muchos salones he comprobado que la cultural del país del Sol Naciente está calando entre los otaku, he decidido dedicar las próximas líneas a repasar un poco los comienzos del periodo Tokugawa en los que vivió Musahi Miyamoto. Lo que servirá de antesala, para el repaso de otras épocas históricas japonesas.
La Era Sengoku (Sengoku Jidai)
Resumiendo mucho, al periodo Tokugawa (ya sabéis, ése que tanto mencionan en Ruroni Kenshin / Samurai X) se llegó después de, básicamente, 600 años de guerras civiles encarnizadas. Cada guerra solía tener los mismos motivos: el territorio, la descendencia de origen real, el poder, el honor… Desde que en 1192 (Finales de la Tercera Cruzada en Occidente) hubiese aparecido el primer Shôgun de la era Kamakura, todo habían sido luchas por arrebatarle el cargo a los distintos sucesores. Como os podéis imaginar, el emperador ya no tenía demasiado poder para evitar estas luchas, sobre todo, cuando ambos bandos solían luchar en nombre del emperador.
Hacia mediados del siglo XVI, los Jesuitas españoles y portugueses (por aquel entonces en guerra con los ingleses, como recoge magníficamente James Clavell en su novela, adaptada a la TV por Richard Chamberlain, Shôgun) ya habían desembarcado en Kyû Shu, la isla más meridional del grupo principal del archipiélago japonés, con sus armas de fuego.
En noviembre de 1568, Oda Nobunaga, quien por entonces ya conocía al joven Motoyasu Matsudaira (Tokugawa Ieyasu) como rival y aliado, entró en la capital imperial, Kyoto, para instaurar al legítimo Shôgun, Ashikaga Yoshiaki, el decimoquinto y último Shôgun Ashikaga. Éste, en agradecimiento y para guardarse las espaldas le dio la libertad de conquistar todo Japón. Pero tan sólo 5 años después, la relación entre Nobunaga y Ashikaga no era demasiado buena. Nobunaga se había convertido en un peligro, dada su creciente influecia y ejercito. Y así, olvidando con quién se metía, envió un mensaje pidiendo ayuda al magnífico señor de la guerra de Kai (actualmente Yamanashi), Shingen Takeda.
Shingen Takeda, quien descendía del linaje imperial de los Minamoto, fue un notable guerrero (cuenta la historia que en cierta ocasión rechazó una escaramuza de Kenshi Uesugi sin ni siquiera desenvainar la espada y ponerse en pie) y fue el más sabio Daimyô de la época Sengoku. Sin embargo, en 1573 durante uno de los asedios a una fortaleza de Tokugawa (convertido ya en comandante de Nobunaga y fiel aliado), Shingen resultó herido de bala (El arma puede verse en el museo principal de Nagashino) y falleció a causa de la infección (este hecho podéis verlo en la magnífica película Kagemusha, la sombra de un guerrero). Éste fue el verdadero comienzo de la época Tokugawa, puesto que el hijo de Shingen, Katsuyori, nunca fue muy ducho en el arte de la guerra y no respetó el lema principal de su padre de “Inmóvil como la montaña“. De este modo, en Nagashino (1575) Katsuyori lanzó a sus tropas contra los 3.000 mosquetes, dispuestos en 3 hileras detrás de empalizadas de madera que aún pueden verse hoy en el citado lugar, cerca de los varios museos de la zona, de Nobunaga y Tokugawa. Sobra decir que fue una masacre. El avance grupo tras grupo de los samurai de Katsuyori por un campo abierto y con un pequeño río de por medio contra las empalizadas y los mosquetes resulto vano y una de las peores demostraciones de táctica militar por parte del jefe de un ejercito tan grande y poderoso.
Pero a Nobunaga, que hasta 1582 se seguía dedicando a su deporte favorito, conquistar Japón, se le escapó que los peores golpes los dan desde dentro. Y fue un general de sus propias filas, Mitsuhide Akechi (odiado por unos, amado por otros… Tokugawa cuido bién de su familia) quien le tendió una emboscada en Honno-ji (un templo de Kyoto) y lo mató; para acto seguido nombrarse así mismo Shôgun, algo que también estaba muy de moda por la época. Tan de moda que, en cuanto Hashiba Hideyoshi se enteró, corrió a matar al traidor, nombró heredero al nieto de Nobunaga (un niño de corta edad) y se dedicó a gobernar el país por su cuenta. Pero en 1584 Tokugawa, otro firme heredero a Shôgun, le presentó batalla en Nagakute. Perdió 600 hombres frente a los 2.500 caidos de Hideyosi, pero como la cosa iba para largo y él era joven decidió capitular (algo totalmente inconcebible en occidente y muy propio de la mentalidad oriental) y sentarse a esperar (Y de paso encargar un retrato en el que aparece con cara de tonto, para no olvidarse de la derrota. Este retrato y más recuerdos de la batalla pueden verse en el museo de Hamamatsu, Shizuoka, sito en el castillo del centro de la ciudad).
Mientras Ieyasu esperaba, no perdía el tiempo. Amasó una fortuna, se alió convenientemente, organizó su ejército y sus tierras; y como el centro de su pequeño imperio estaba en Edo (Tokyo), lejos de las tierras del Sur desde donde partían los ejércitos que pretendían conquistar Corea y China (casi lo consiguieron, pero había demasiadas rivalidades internas), sus propios hombres se libraron del reclutamiento.
A Corea y China se fue porque Hideyoshi anhelaba dominar un imperio y Japón se le quedaba pequeño. Fue un error fatal. En 1598, mientras sus ropas se retiraban de Corea, él murió dejando tras de sí como heredero a su hijo pequeño y a un consejo de regentes (Go Tairo) para que lo cuidasen.
La era Tokugawa o Edo
Mitsunari Ishida, de clase baja al igual que Hideyoshi, era el principal regente y, por tanto, el principal enemigo de Ieyasu, quien descendía del linaje real de los Minamoto (más legítimo) en su ascenso al Shôgunato.
Ieyasu, quien descendía del linaje real de los Minamoto (más legítimo) en su ascenso al Shôgunato, tuvo como principal enemigo a Mitsunari Ishida. Este antiguo compañero de Hideyoshi, era de clase baja al igual que él y se había tenido que labrar su ascenso al poder. Tenía muchos enemigos, pero también muchos aliados.
El 21 de Octubre de 1600 el tiempo era húmedo y una suave neblina cubría el llano de Sekigahara (hoy casi todo ocupado por una población). De los casi 200.000 hombres que aquella mañana se enfrentaron (100.000 para Ishida y 75.000 para Tokugawa), cerca de 70.000 (según algunas fuentes) no regresaron a casa. Tras las primeras horas de lucha, a pesar de que muchos de los hombres de Ishida se habían cambiado de bando, la batalla no parecía tener vencedor (las armas de fuego fueron rápidamente abandonadas por el combate cuerpo a cuerpo). Sin embargo, antes al finalizar los tres días de luchas, pausas y maniobras, la suerte ya estaba echada. La batalla más grande y más importante de la historia de Japón había finalizado y tenía un claro vencedor: Tokugawa Ieyasu.
Tres años después, casi todo Japón había sido sometido y Tokugawa Ieyasu, ahora Tokugawa Minamoto no Ieyasu sería nombrado Shôgun. En 1615, el hijo de Hideyoshi, Hideyori, intentó arrebatarle el poder a Tokugawa en lo que se conocen como Campaña de Verano de Osaka y Campañas de Invierno. Por supuesto, Hideyori no triunfó, y una vez derrotado dejó el paso libre para que el Shôgun Tokugawa gobernase a placer en su nueva sociedad de clases, cuyo máximo escalón era la clase guerrera (desde entonces sólo los auténticos samurai podían llevar espadas) bién cubierta por una burocracia militar.
La Era Tokugawa había comenzado oficialmente y duraría durante casi tres siglos y 15 Shôgun más.
Musashi Miyamoto
Este Rônin, samurai sin señor, se llamaba Shinmen (como el protagonista de Vagabond) Musashi no Kami Fujiwara no Genshi, nació en Harima (1583) y mató a un hombre por primera vez a los 13 años y al último con 29. En medio, además de sobrevivir a Sekigahara (estaba en el bando perdedor) y a una infinidad de duelos (más de 60), de los que luchase con una katana, dos, o con una espada de madera, salía invariablemente invicto y su oponente muerto o gravemente herido. Se dicen de él muchas cosas alimentadas o exageradas por el halo de leyenda que rodean a este guerrero nato (que seamos sinceros, no siempre jugó limpio) pero lo más importante es que era eso, un guerrero educado en el combate y que con el tiempo supo transmitir su aprendizaje a otros y cultivar muchas más artes (como él mismo recomendaba). No le gustaban las escuelas de artes marciales porque (como muchas de las de ahora) eran poco prácticas, parecían un ballet y eran más comerciales que letales.
Él tenía 2 principios básicos: “Mantenerse tranquilo y claro en el caos de la batalla” y “nunca olvidar que cuando hay orden, el peligro de desorden es aún mayor“. Con la treintena, dejó de batirse en duelo de forma activa y con 60 años subió al monte Iwato (Higo, Kyû Shu) y el 10 de Octubre de 1643, a las 4 de la mañana de puso a escribir el Libro de los 5 anillos. Antes de eso, entre los 30 y los 60 años, había estado practicando el arte de la esgrima, perfeccionando su estilo y encontrándose así mismo por todo Japón.
En cualquier caso, él nunca dejó de ser un guerrero y, aunque físicamente abandonase la lucha, siguió transmitiendo sus conocimientos en el arte de la guerra y cultivando toda clase de estilos artísticos, como él mismo recomendaba y como obligaba el código samurai (bushi-dô).
Por Kumo
P.D.: De mi segundo viaje a japón me traje las figuras de las siguiente foto, venían en sobres sorpresa (muy populares en Japón) sobre grandes samurai.
No está mal tu artículo, pero tienes algún error que otro. El más importante es tu afirmación de que Ishida Mitsunari fuese el más importante de los Go Tairo (5 regentes). Él no era ni siquiera uno de ellos, sino un estratega de los Toyotomo. Siento un vasallo importante de los Toyotomi, se puso a la cabeza de los regentes partidarios del bando del oeste.
Los 5 regentes eran: Ukita Hideie, Maeda Toshiie, Uesugi Kagekatsu, Môri Terumoto, y el mismísimo Tokugawa Ieyasu. Môri, Uesugi y Ukita permanecieron leales a Hideyori. Maeda Toshiie murió un año antes de la batalla de Sekigahara y su hijo Toshinaga se alió con Tokugawa y ayudó a este a impedir que las fuerzas de Uesugi intervinieran en la campaña. Así que, al final, de los cinco regentes sólo dos pudieron intervenir en la batalla contra las fuerzas del este: Môri y Ukita.
En general el artículo está bien. Me alegra encontrar otra persona interesada en la historia de Japón.
Un saludo
Hola y bienvenido.
Ese dato en concreto está sacado de la páginas 46/47 del tomo 40 de Ejercitos y Batallas: Los Samuráis de Ediciones del Prado, donde dice:
“En su calidad de regente, el rival más importante que encontró Ieyasu fue un antiguo compañero de Hideyoshi, Ishida Mitsunari. Ishida, al igual que Hideyoshi, era de clase baja;”
Me parece, ahora que lo releo, que puedes tener razón y que le asigne la regencia al sujeto equivocado. Voy a revisarlo.
Gracias!
De nada. Me alegro de poder servirte.
Oye, ese libro que dices me interesa mucho. Quitando el Hagakure, el Go rin no sho y el libro Samurais de Stephen Turnbull, no tengo referencias de libros sobre estos temas. Si me pudieses dar alguno más te estaría enormemente agradecido.
Por favor, sigue escribiendo sobre estos temas.
Si sabes inglés, quizás te interese el Chirizuka monogatari en pdf. Son relatos cortos y el libro es breve. Recoge varias historias sobre personajes famosos de la edad media en Japón.
http://scholarspace.manoa.hawaii.edu/bitstream/10125/614/1/Chirizuka%20Monogatari.pdf
Un saludo
Ese libro en concreto es de militaría y habla sobre todo de los ejercitos, armas y armaduras. Es un poco antiguo, pero quizás en una librería especializada (o en alguna de miniaturas) lo puedan tener. Tiene muchas fotos e ilustraciones.
Si los 2 que mencionas son de la editorial EDAF como los míos, el tomo 37 de esa colección: El Código del Samurai (Bushido) es interesante también.
Además tienes algunos como:
Breve historia de los samurai (Carol Gaskin / nowtilus); El Crisantemo y la Espada (Ruth Benedict / Alianza editorial); Lords of the Samurai (Asian); Armas y técnicas bélicas del samurai (Thomas D. Conlan / Libsa)
En cuanto a arte, eso ya es más variadillo. Echa un ojo al catálogo de Taschen. Sin irte a algo moderno encontrarás sobre todo libros sobre grabados de Hiroshige.
Y metiendonos en novelas: Los 47 ronin de Tamenaga Shunsui (tiene una peli muy buena) o el Genji Monogatari de Murasaki Shikibu, por ejemplo.
Hay una serie de Novelas y películas sobre Musashi (además de un monton de manga, como Vagabond o Mushashi). Las novelas (son una trilogía) son de Yoshikawa Eiji y se pueden encontrar en PDF.
Si te quieres salir un poco de la parte “más real” tienes algunos libros como El honor del Samurai de Takashi Matsuoka o Shogun y Gaijin de James Clavell (aunque esa última aún no la he encontrado en castellano). Shogun esta serializada y la puedes encontrar en DVD (o en la mula) y a pesar de ser una serie americana no creo que encuentres algo mejor sin irte ya a series japonesas (como Mito Komon; yo los llamo el Equipo A del periodo Tokugawa XD XD XD) y además sale Toshiro Mifune!
Y si hablamos de Mifune y Kurosawa… Bueno, casi mejor miras la wiki, porque la lista de películas sería interminable.
Espero haberte servido de ayuda.
PD: Una recomendación extra, si no lo has leido, echa un ojo al Arte de la Guerra de Tsun Tzu (Alguna edición decente que no sea para ejecutivos o mierdas de esas). Sé que es chino, pero merece la pena echarle un ojo.
Miraré esos libros que mencionas. La trilogía Musashi de Eiji Yoshikawa me la regalaron por mi cumpleaños el año pasado y ya la he leído. Es muy buena y recoge todas o casi todas las leyendas que circulan alrededor de la figura de Musashi. Las novelas de Clavel no me desagradan del todo, pero me molesta que no se preocupe un poco por mostrar mejor la cultura y la forma de ser de los japoneses. Ese supuesto idilio que muestra en su novela Shogun es muy propio de los americanos, pero bastante increíble con una japonesa. También he leído El arte de la guerra. Recuerdo que me gustó bastante ese libro. Bueno, miraré todos los que mencionas. Algunos los tengo en pdf, pero me gusta leer en papel. El día que los ordenadores huelan tan bien como el papel nuevo y sean tan agradables al tacto, quizá me cambie. Jejeje.
Sobre las películas, me encanta Mifune, creo que he visto la mayoría de sus películas y yo diría que todas las de Kurosawa… me gustaría que hubiera más, pero esa serie que mencionas ha sido una sorpresa para mi, no la conocía. Se ve que tengo que buscar mejor.
Muchas gracias, me has hecho una lista bastante completa. Tomo nota 🙂