A mediados de Julio, cada año, se celebra en el Colegio Japonés de Madrid el tradicional festival de Verano: Bon-Odori. Es una de esas típicas fiestas japonesas que aparecen en muchísimos manga y anime o películas antiguas, y que más allá de la fiesta (baile, bebida, concursos…) tiene muchos significados. Voy a intentar explicaros de que va todo esto, a ver si os animáis todos a ir a la próxima ^_^ (En el año 2004 no se celebra, debido a motivos de seguridad, por el terrible atentado del 11 de Marzo del mismo año y las amenazas que sufría el pueblo japonés a causa de la Invasión de Irak.).
La tradición
Bon-Odori, son 2 palabras. Bon, que viene de una idea budista donde se explica que el espíritu de los muertos regresa en la época Bon (dependiendo de la región, las fechas varían) y hay que guiarlos. Y Odori, que significa “baile”. El Bon, se celebraba con algunos ritos religiosos desde la época Heian (794-1185 d.C.) pero no fue hasta época Muromachi (1392-1568 d.C.) cuando se introdujo de alguna manera, el odori, el baile con taiko (tambores) y canciones tradicionales.
El Bon-Odori se celebra en distintas fechas dependiendo del lugar y las tradiciones. Y aunque el Bon-Odori es una fiesta budista, por lo tanto la mayoría religiosa en Japón, el Shintoismo, no lo celebra, no deja de ser una fiesta… ¿Y quién se resiste a una fiesta? La fiesta dura unos cuatro días y se celebra en Julio (en lugares como Tokyo) o lo más tradicional, en Agosto (en el campo) entre los días 13 y 16. Aunque en algunas poblaciones y casas, los días se mezclan para conseguir una fiesta más duradera, ya que no son fechas rígidas.
Inicialmente el Bon-Odori tenia un sentido muy religioso, aunque ahora se haya perdido bastante, en favor de las fiestas. Quedando como una celebración tradicional del Verano (en Japón suele haber una o dos fiestas importantes, por estación, especialmente en Verano y Primavera). Por ultimo, añadir que en cada región, la música y los bailes varían y aunque guardan ciertas similitudes y poses no suelen ser iguales y están adaptadas a cada región, partiendo de una base común.
Madrid
Como ya he mencionado, a mediados de Julio, la comunidad japonesa de Madrid celebra su particular Bon-Odori. Se celebra en los campos del Colegio Japonés de Madrid (Madoriddo nihonjin gakkou; sito en El Plantío) y es una fiesta abierta a todos. Donde a parte de infinidad de nipones (y especialmente niponas) vestidos con kimono (que mejor excusa tanto para ponerse el kimono, como para ir a la fiesta) podemos encontrar muchos entretenimientos típicos, como el Kingyo-sukui (capturar pececitos, o bolitas en su versión moderna, con una “raquetita” de papel), concursos y sorteos y por supuesto mucha comida japonesa, como nikuman, yakisoba, watagashi (algodón de azúcar), sushi, udon, yakitori, takoyaki, etc…
El acto da comienzo a media tarde(para intentar evitar el agobiante sol) pero hay que llegar pronto porque hay aglomeraciones por la cantidad de coches y gente. Así que ya temprano, se puede encontrar a mucha gente y tras el discurso inicial del embajador japonés en Madrid y algunos concursos de piedra-papel-tijera y similares, vienen las primeras actuaciones y bailes, las de los más pequeños. Que, como podéis imaginar, congregan a una miríada de padres armados con cámaras digitales y suelen arrancar un buen número de aplausos.
Luego viene el plato fuerte, los bailes de celebración. Cuatro bailes distintos que se bailan en círculo mientras suena el taiko (tocado por alumnos y profesores del colegio) y que conmemoran distintas partes del evento. Desde la ciudad donde se celebra o con la que se hermana esta (los bailes de Madrid y Tokyo) hasta el esfuerzo del trabajador (con el baile del “minero”) Estos bailes se repiten una y otra vez a distintas velocidades y duran alrededor de las 2 horas (dependiendo del lugar, pueden durar mucho más). Mientras los más profanos nos debatimos en la arena por intentar no parecer demasiado patos bailando, una chica explica a los asistentes, micrófono en mano que pasos debemos dar para bailar de forma correcta. Acompañando a esta chica y a modo de demostración práctica, señoras de un grupo de baile japonés, acompañan con sus maravillosos movimientos a los ejecutantes invitados, el público, de modo que cada vez, en cada vuelta, intenten hacerlo mejor.
Antes de la Media Noche (al menos en Madrid) la fiesta suele darse por finalizada con una alocución del embajador japonés en Madrid (Más o menos igual que empieza). El que diga que los japoneses son gente trabajadora (como evidencian los eficientes trabajos de limpieza posteriores) y demasiado seria, es que no les ha visto divertirse en las fiestas. Un consejo: Probadlo la próxima vez. ¡Seguro que os gusta!
Por Kumo
PD.: Os recuerdo a todos que a mediados de Enero se celebra en Madrid otra fiesta tradicional, la de Año nuevo, de la que hablaré más adelante.